5 Soplos o Vayus
La respiración es la base del yoga. La
diferencia entre practicar yoga y realizar ejercicios gimnásticos es
la respiración. El yoga no solo trabaja a nivel físico sino que
también trabaja a nivel mental, es un trabajo externo e interno.
Siendo la respiración el vehículo que conecta lo físico y lo
mental.
Hemos visto la estructura de una sesión, hemos visto los diferentes tipos de asanas y ejemplos. Pero, ¿cómo debemos llegar a la postura? A través de la respiración. La respiración nos debe ayudar a llegar a la postura, ir avanzando, sin voluntariedad ni esfuerzo. A la hora de adoptar
la postura, debemos dejar que el “soplo”
nos lleve. Hacer para dejar de hacer.
ASANA: Postura.
Firmeza y estabilidad o comodidad.
¿Pero que es eso del soplo?
“El
soplo es la conciencia y la conciencia es el soplo” Kaushitaki Upaniṣad
En
la parte final del período védico, incluso ya dentro del mundo
clásico y posterior, en las últimas Upaniṣad. Aparece la noción
de soplo y de los soplos, de lo que denominamos Prāṇa y de los
Prāṇas.
Hay
dos citas interesantes una es la Brahdaranyaka
Upaniṣad, que dice que “Uno se los soplos centrales es la
respiración”, y otra, en la Prasna Upaniṣad, “Como un
soberano, el soplo utiliza, coloca y dispone a los demás soplos en
su lugar”. Lo que esta claro es que hay un soplo primordial
que va a ejercer un papel “soberano”, que va a ordenar todos los
demás soplos, no sólo dentro del hombre sino también fuera de él.
En
el momento
del nacimiento el Prāṇa cósmico (primordial)
entra en nosotros y se “divide”, para que sea posible la vida,
entra
en el ser y lo anima.
Se
“divide” o
se ”convierte” en las funciones fisiológicas necesarias para
nuestro organismo, asentadas cada una en un órgano.
Vayu
en sanscrito es “aire”, vayu es el soplo o aliento vital.
Según su
función
podemos distinguir cinco soplos o vayu,
que gobiernan nuestras funciones vitales: Prāṇa, Apāṇa,
Udâna,
Samāṇa
y Vyâna.
Prāṇa:
Respiración
hacia adelante. Es el más noble, es la primera respiración, la gran
respiración. Es la fuerza de la vida en estado puro. Gobierna la
respiración a través de la cual vamos absorber la fuerza vital del
universo. Esta relacionado con la inspiración. Gracias
al Prāṇa somos capaces de movernos, pensar, ver, oír..... Juega
un papel crucial en nuestra vida desde el nacimiento hasta la muerte,
al nacer es el aire que da la energía durante el parto y a la
muerte, recoge toda la energía vital del cuerpo y sale. Se
identifica con a luz, con Sūrya (el sol divinizado), principio
general de vida.
Para activar esta vayu son recomendables las prácticas de Prānāyāma y los āsanas que abren el corazón.
Apāṇa:
Respiración
hacia abajo o hacia afuera. Interviene
en todas las funciones de excreción, su acción se orienta hacia
abajo y hacia el exterior. Anima los riñones, filtra la orina,
relaja los esfínteres
durante la micción y vacía la vesícula, expulsa los deshechos,
la menstruación y eyacula el semen, trabaja durante el parto,
expulsa los restos gaseosos por las vías respiratorias y evacua el
exceso de agua a través de la transpiración. Durante la espiración
es Apāṇa-vayu el que actúa. Está localizado en la parte
inferior del abdomen y
rige principalmente
los
órganos de la pelvis. Apāṇa
es el gran limpiador del sistema. Para
activar este vayu lo mejor son āsanas que nos enraícen como el árbol, la pinza o triángulos.
Samāṇa:
Respiración
conjunta o ecualizadora. Interviene en todas las funciones de
asimilación de nuestro cuerpo denso, actuá en la parte superior del
abdomen alimentando el fuego gástrico, controla la digestión,
digiere los alimentos, los asimila, los conduce hacia el
hígado...etc., mantiene el funcionamiento equilibrado de nuestro
cuerpo. Se sitúa entre el diafragma y el ombligo, coincide con el
tercer cakra “Manipūra cakra”, el centro de nuestra energía
vital, en esta zona Samāṇa crea una fuente de poder que nos
mantiene en equilibrio y potencia la confianza en nosotros mismos.
La motivación y la transformación son factores claves en este vayu. Los āsanas recomendados para activarlo son las posturas de
torsión.
Udāṇa:
Respiración
hacia arriba. Se sitúa en
la garganta. Regula la
tensión de las cuerdas vocales cuando hablamos, permite la expresión
del pensamiento, se encarga de la absorción del aire y del alimento,
regula el aire espirado. Es el soplo que comunica la parte de abajo
con la de arriba, las parte física y la parte espiritual. La
mejores posturas para activar este vayu son por ejemplo, el pez
o posturas de inversión
como la vela.
Vyāṇa:
Respiración
difusa, en diversas direcciones. Se
encuentra en todo el cuerpo. Regula la circulación sanguínea y
linfática. Distribuye la energía. Defiende el cuerpo de las
enfermedades y lo mantiene en forma. Se
identifica con el viento, siempre en movimiento y pletórico de
energía. Para activar este
vayu todas las posturas de parado ya que comprenden la totalidad
del cuerpo.
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